1. Ropa cómoda
Utiliza ropa cómoda que te permita moverte con facilidad, tanto si realizas el Yoga en casa o fuera. Por supuesto evita unos vaqueros estrechos, pero aléjate también de la ropa muy holgada. Imagina que tienes que pasar el brazo izquierdo por encima de la cabeza, hacia el lado derecho, y te da una súpermanga que no se ajusta al brazo. Es molesto.
Quítate todo lo que no sea la ropa: reloj, anillos… Si puedes quitarte las gafas, mejor, porque hay posturas que pueden hacer que se te escurran. Si no, no pasa nada.
Si no quieres quitarte un anillo o un colgante muy especial, no lo hagas, pero míralo de este modo: si te lo quitas antes de la sesión, y al acabar te lo vuelves a poner, estarás pensando en ello al menos dos veces, rompiendo la rutina de llevarlo siempre, y no acordarte nunca.
2. Espacio personal de Yoga en casa
Dispón de espacio suficiente para realizar los ejercicios, y un poco más para no sentirte aprisionada/o al doblar las piernas o estirar los brazos.Con mucha más razón si decides vivir este proceso de autoconocimiento (eso es el Yoga en esencia) con un acompañante, ya sea de manera habitual u ocasional.
Mucho mejor si siempre es el mismo lugar, que se convertirá en tu lugar para hacer Yoga en casa, aunque no pierdas la ocasión de vivir nuevas experiencias. Por ejemplo, prueba a hacerlo en la playa. Eso sí, ten en cuenta que para practicar con tranquilidad, sería conveniente que sea por la mañana temprano.
Este espacio sería bueno que tuviera un buen ambiente. Es decir, lo bueno del Yoga en casa es que puedes decorar tu espacio como prefieras. Aprovecha que eres tú quien elige la luz, a lo mejor unas velas, o el olor: puedes tener el ambientador de siempre o uno especial para tu espacio personal de Yoga en casa, que sería muy interesante porque tu subconsciente aprenderá a asociar ese olor con la tranquilidad y paz interior que sientes cuando practicas Yoga en casa.
3. Reserva tiempo para el Yoga
Busca un momento del día en el que puedas estar tranquila/o, y resérvalo para ti. Si eres consciente de que la práctica del Yoga puede crear un impacto en tu vida, en el día a día, entenderás que lo ideal es elegir un momento de la jornada que sea especialmente tuyo, para el Yoga y la preparación para hacer Yoga en casa se puede convertir en el inicio de tu ritual.
Ese momento puede ser al levantarse (Saludo al Sol), al atardecer, por la noche (Saludo a la Luna, Yoga Nidra) o cuando tú veas. En esos días, que dispones de más tiempo, tu preparación para hacer Yoga tiene que ser especialmente buena.
4. Enfócate en la calidad de los ejercicios
Si por la razón que fuera tienes menos tiempo, haz menos ejercicios o menos repeticiones de cada uno, no vayas con prisas. Tómate tu tiempo. Es mejor hacer cinco repeticiones bien hechas de dos ejercicios, que cinco de tres corriendo. Además, las prisas llevan el mensaje implícito de que se trata de un mero trámite que tienes que superar cuanto antes, cuando el Yoga es conocerse mejor, estar en unión con uno mismo y con el Universo, y lleva su tiempo. Es más, merece tu tiempo. Más no es mejor, necesariamente. Enfócate en la calidad.
Además, poco a poco irás acostumbrándote a poner todo tu corazón en las pequeñas cosas de la vida, que van sumando y pueden cambiarte por completo. Aprovecharás el tiempo mejor que la mayoría de la gente. Aprovechar el tiempo no consiste en que seas una máquina de trabajar, súperproductiva, sino que lo que hagas, lo harás bien porque tendrás mayor capacidad de concentración.
5. ¿Practicar Yoga acompañado? ¡Desde luego!
Tranquilidad no es soledad. Recordemos que el Yoga es una forma de conocernos a nosotros mismos, y que es necesario tener sesiones a solas, pero también hay un hueco para practicar Yoga en pareja, con un amigo, alguien que te instruya, un familiar, etc.
Elimina la competitividad al hacer tus ejercicios, sobre todo si haces Yoga en casa, que será con alguien importante en tu vida. Cada uno tiene que hacer las cosas de la mejor manera posible y ya está.
Te puede interesar esto: https://www.elsilencioes.com/post/walter-mehrer-l-ley-de-la-atracci%C3%B3n-mediante-la-meditacion
6. Elimina las interrupciones
Eso sí, pon el móvil en modo avión o siléncialo, que no te interrumpan. Si tienes miedo a una posible llamada urgente, te sorprenderá ver lo raras que son. Y los memes, los videos de niños mordiendo el dedo a su hermano y los gatitos seguirán donde están. El mundo puede esperar a que tú te tomes tu tiempo para el Yoga en casa.
Una vez superado tu principal obstáculo, avisa a tus familiares o con quien vivas de que necesitas un rato de tranquilidad. Hay quien entiende que quieres hacer Yoga, y unos pocos creerán que es una tontería, “eso para qué sirve”, etc. A ellos diles que tienes que hacer algo importante, sin más. Por su bien, ve poco a poco contándole los beneficios de hacer Yoga en casa o en un centro, dejando caer que, por ejemplo, te notas menos estresada/o, que te notas más flexible… y déjalo pasar. No lo entiende porque nunca lo ha hecho y no conoce sus beneficios.
7. Visualización
En el caso de practicar en pareja es especialmente importante la visualización como parte de una buena preparación para hacer Yoga en casa. ¿Por qué? Rompería la armonía ponerse a hablar entre una postura y otra sobre cuál será la siguiente. No porque no se puedan poner a discutir , sino porque alteraría el ritmo lento de respiración, y la pausa entre una postura y otra no se dedicaría a descansar, reflexionar, sentir, etc. Por tanto, visualiza para tener una imagen mental clara de cómo se desarrollará la sesión.
Sigue un orden para conseguir un hábito. Es lo mejor al principio, luego podrás introducir variaciones, en la medida en que te vayas sintiendo mejor. Sobre todo porque al empezar tus conocimientos pueden ser un tanto limitados. Antes de ponerte a buscar en Internet entre postura y postura, piensa en ese orden. Os recomendamos empezar con tres posturas, como mucho cuatro, y hacer varias repeticiones.
En cualquier caso, ¡tener una secuencia base es una gran idea!
Enfoca tu mente en aquellos músculos que usas, siendo consciente de los mismos. Vive el Yoga como lo que realmente es, reparando en que conocerte mejor es parte de ello, que para alcanzar la unión de tus tres dimensiones (física, mental, espiritual) tienes que conocer tu cuerpo.
Cuando estires los brazos, piensa y siéntelos. Cuando te inclines, sé consciente de que hay multitud de músculos en la espalda, movidos al instante desde que tu mente les da esa orden. Si flexionas una pierna, piensa en que esa orden la das muchísimas veces, e intenta identificar los músculos que se mueven.
8. Respiración y equilibrio en la postura
Respiración:
a) Respira siempre por la nariz. Hazlo lentamente, notando como se llenan tus pulmones. Aprovecha para pensar que ese aire que necesitas es una de las formas en que conectas con el Universo, que provee esas sustancias gratis.
b) Entre postura y postura, entre asana y asana, espera a que se normalice la respiración. Normalmente basta con un minuto o dos. E intenta reflexionar sobre cómo ha recibido tu cuerpo esos ejercicios.
Postura y contrapostura: si la postura es con una pierna hacia la izquierda, luego repítela hacia la derecha. Esto se debe a que la energía vital que se absorbe a través del Pranayama (respiración yóguica) se distribuye por el cuerpo, y el objetivo es que se haga de manera equilibrada.
9. Música para hacer Yoga en casa
Música. Disfruta del silencio, pero también es parte de una buena preparación para hacer Yoga elegir algo como sonido de fondo. ¿Cualquier música? No, está claro. La razón por la que se escuchan pajarillos y no monos es que buscamos estar relajados.
10. ¡Disfruta!
LO MÁS IMPORTANTE: ¡Disfruta! Antes dijimos que es bueno tener un “programa”, es decir, tener una imagen mental de lo que va a ser la sesión. Esto es especialmente cierto para los que se inician en el Yoga. Pero sigue tu instinto, si no te apetece una asana (así se llama a las posturas en sánscrito), y sí otra, haz la que te indica tu sexto sentido.
Fuente via Alejandro González
Comments